Crystal Castles: 17 años desde su primer álbum.

Un 18 de marzo de 2008, se lanzó un álbum sumamente importante para la escena electrónica, pues ese día, oficialmente, Crystal Castles nos presentó su disco homónimo.

Formado por Alice Glass y Ethan Kath, Crystal Castles presentó ante la industria un estilo que, para ese momento, no era tan popular y convencional. Este debut compiló rarezas y demos de la banda junto con temas nuevos que mostraban hacia dónde querían ir. El resultado fue un sonido electropunk crudo, salpicado de chiptune y ruido.

El cerebro detrás de la producción fue Ethan Kath, quien moldeó cada pista con un estilo que oscilaba entre lo visceral y lo experimental. En algunos momentos, como en "Alice Practice" o "Love and Caring", contó con la ayuda de Matthew Von Wagner para darle un toque especial a las voces, haciendo que el álbum tuviera capas que no esperábamos.

También jugaron con pedazos de otras canciones, transformando fragmentos de temas conocidos en algo completamente suyo, algo común, pero aquí lo pudimos escuchar con un estilo bastante diferente.

Si hay algo que definió este trabajo, fueron sus canciones insignia. "Alice Practice" y "Crimewave" se convirtieron en clásicos no solo de la banda, sino de la escena que en ese momento crecía con gran velocidad. Pero no todo era pura adrenalina; en "Magic Spells", por ejemplo, te sumergían en un ambiente más oscuro y envolvente, demostrando que podían moverse entre moods y saber que seguía siendo Crystal Castles.

Cuando salió, la crítica no pudo ignorarlo. Lo alabaron por ser impredecible y por mezclar géneros de una manera un poquito diferente. Pero, dentro de toda esa crítica, también lo abuchearon y criticaron hasta el cansancio.

Y tras 17 años desde el día de su debut, las críticas quizá ya no sean importantes, pues es uno de los mejores discos de la primera década de los años 2000. Sin duda.